Diseñador de objetos por la Universidad del Azuay, su interés está sin embargo, en la fotografía y la Ilustración, su maestría en Diseño Avanzado le ha permitido emprender proyectos con enfoques alternativos.
Me considero emprendedor hace muchos años, me he dedicado muchísimo a la producción de mis habilidades como en pintura en escultura y ahora todo lo que tiene que ver en diseño como tal, en manejo de redes sociales, estrategias, fotografía, la cual es uno de mis fuertes. Tuve experiencia en trabajar con empresas chilenas en el área de fotografía, en Cuenca con empresas grandes en temas de fotografía, ahora en temas de estrategias digitales y en temas de diseño.
Actualmente, ¿En qué estás aplicando tus conocimientos?
Después de llegar empecé mi segundo emprendimiento y montamos una productora audiovisual donde me dedicaba solamente al tema de fotografía y producción de contenido de vídeo. Luego me convertí en docente en la facultad de diseño (en la UDA), comenzamos con clases de ilustración digital en la carrera de diseño de productos y un poco con expresión gráfica.
Con el paso de los años poco a poco he podido aplicar mis conocimientos, las empresas ya entienden que necesitan de estos procesos para poder innovar y ser pioneras en ciertos aspectos, entonces aplica totalmente todos estos procesos creativos del diseño en la generación de innovación y detección de necesidades específicas para solventarlas con, ya sea diseño o estrategias dentro de la agencia, este emprendimiento lo tengo con un socio, nos dedicamos a hacer todo lo que tiene que ver con estrategias digitales, manejo de redes sociales, diseño, desarrollo, fotografía, vídeo, todo lo que está relacionado con las industrias naranjas o las industrias creativas.
¿De dónde viene tu búsqueda creativa, cómo encuentras tus ideas para el proyecto en que estás trabajando?
También, hago pintura y escultura y como referentes tengo varios artistas que me encantan, por ejemplo Greco, Rembrandt, Velázquez, Goya, son de mis artistas preferidos, me fascina la luz que manejan ellos y eso intento replicar un poco en mi obra o en mis fotografías, me gusta bastante ese dramatismo que generan esas imágenes.
Y como dije depende muchísimo del tipo de proyecto o el tipo de campaña que esté generando, por lo general trabajamos con un brief a profundidad, por ejemplo si es una campaña nacional de fotos, hacemos un brief y detectamos a quién está enfocada la campaña y cuál es el objetivo de la misma y a partir de eso se materializa en una imagen, por decirlo así, en una fotografía que comunique lo que realmente está buscando la empresa.
¿Desde tu perspectiva, cómo está el Ecuador en el área en que trabajas?
Sin embargo, considero que en el país, por el mismo hecho de que tenemos ese atraso social, si se puede llamar así, hay un montón de oportunidades y hay bastantes nichos de mercado que no están tocados y que nosotros como creativos podemos abordarlos y dar soluciones puntuales.
Como dije, si todo lo planificas bien y partes de una buena estrategia, la idea es que siempre vayas al éxito, obviamente hay casos de fracaso de los cuales aprendes muchísimo y eso te alimenta para los siguientes proyectos poder seguir adelante, entonces siento que la industria del Ecuador tiene un potencial increíble por el hecho de que se puede aprovechar muchísimas áreas que no han sido explotadas.
¿Nos puedes contar sobre algunos de tus proyectos más relevantes?
Por otro lado, trabajé directamente para UNESCO, haciendo capacitaciones de innovación artesanal en el área de Manabí, en las zonas afectadas por el terremoto, en donde tuve la oportunidad de trabajar con artesanos de distintas áreas, un ejemplo, trabajé con artesanos de paja toquilla, cuero, madera, tagua, tela; y se produjeron proyectos interesantes de co-creación vinculados con el diseño con un fin totalmente social, sin fines de lucro, con la idea de fomentar el comercio de los artesanos a través de estas nuevas innovaciones juntándolos y co-creando entre artesanos y diseñadores.
Para mí es uno de los proyectos más relevantes, estuve prácticamente un mes en Manabí trabajando con ellos y conviviendo con ellos, prácticamente siendo un artesano más y eso me construyó muchísimo desde la parte emocional hasta la parte profesional.
¿Cuál ha sido el proyecto en el que más te ha gustado haber participado?
Tuve la oportunidad de trabajar con comunidades como Saraguro, en Paute, en Sigsig, con tejedoras, con gente que hacía bordados, y eso alimenta muchísimo mi creatividad, me abrió un abanico gigante de posibilidades para aplicar esas técnicas o tradiciones para los diseños que se generaban para ellos mismos, entonces el hecho de dirigir y convivir directamente con ellos y generar un aporte social y mejorar la calidad de vida de alguien.
Considero que eso es algo súper relevante dentro de mi vida y mi vida profesional también, entonces este proyecto sobre esta vinculación con el CIDAP, fue muy gratificante y enriquecedor para mi profesión.
¿Cuáles son tus planes a futuro?
Mis planes a futuro como docente es seguir trabajando; bueno, en mi agencia como tal para poder ganar mayor experiencia y eso transmitirles a los alumnos para que sepan directamente como es la vida laboral, y poder seguir trabajando en proyectos de innovación social para generar un aporte o dejar una huella en este planeta a través de la profesión del diseño como tal; siento que nosotros como diseñadores tenemos una responsabilidad gigante dentro de la sociedad y creo que si podemos llevar todas estas técnicas creativas para mejorar la calidad de vida de alguien, eso es algo relevante y eso para mí sería uno de mis planes a futuro, mejorar la calidad de vida de la gente a través ya sea del conocimiento o el diseño.
¿Qué consejos darías a los profesionales que están iniciando en áreas similares a la tuya?
Como anécdota, cuando llegue de Chile, tenía aproximadamente unos 24 años, éramos cuatro socios en mi empresa y nos trazamos una meta, decíamos que queríamos ser una de las mejores productoras audiovisuales dentro la ciudad y los cuatro socios teníamos caras, si teníamos 24, parecíamos de 18 años, nos veíamos súper jóvenes y lo único que fue es perder el miedo a poder entrar a empresas grandes, a sacar reuniones, a hablar, a mostrar nuestro talento y nada eso, eso nos resultó, nos dieron las oportunidades, nos abrieron las puertas y empezamos a trabajar con empresas grandes, como te pongo un ejemplo, Indurama, la primera cita fue con todo el directorio de Indurama, los dueños, nosotros explicándoles lo que hacíamos y todo, nos pusieron un reto, nos dijeron ya está bien, les vamos a hacer una prueba y nos dieron un cocina y una refrigeradora súper difícil de fotografiar, tenía mucho tecnicismos, lo hicimos y lo hicimos bien y nos ganamos esa cuenta, y empezamos a trabajar con ellos y eso nos abrió las puertas para poder seguir trabajando con otras empresas, entonces el mejor consejo es perder el miedo, ser organizado y ejecutar, nada más.