Al notar que la utilización de la paja toquilla era limitada, las diseñadoras cuencanas Julia Tamayo y Genoveva Malo, decidieron elaborar precisamente productos en este material, buscando rescatar valores que caracterizan a una comunidad.
La producción de sombreros de paja toquilla se convirtió en uno de los productos de mayor exportación del país a lo largo de buena parte del siglo XX, pero en el transcurso de los años ha disminuido la utilización de este material de una manera notoria, debido a que la elaboración del tejido involucra un proceso muy largo, en comparación con el de las fibras sintéticas.
Al darse cuenta de que con la utilización de la paja toquilla se podía elaborar muchos otros objetos, Julia Tamayo y Genoveva Malo decidieron elaborar productos en este material con la intención de recuperar una tradición que parecía estarse perdiendo.
El nombre de la marca que optaron Genoveva y Julia para dar a conocer sus productos es ZIGNUM, un nombre derivado de la palabra signos -comenta Genoveva-, debido a que la paja toquilla está considerada como un signo de nuestra cultura y tradición.
Los artículos utilitarios destinados para el hogar cuentan con varias líneas, como lámparas, bandejas de vidrio cubiertas con tejidos, charoles y contenedores de todo tipo, combinados con madera.
Con este arduo y gratificante trabajo lograron exponer sus líneas en el Festival de Cromía 2013, en la ciudad de Cuenca, en el mismo el jurado les otorgó el premio a Emprendimientos Culturales. Esta oportunidad derivó en la presentación de los trabajos en la exposición del Mercado de Industrias Culturales Argentinas, MICA, en Buenos Aires, en donde participaron como conferencistas, consiguiendo demostrar que se está retomando el uso de la paja toquilla en el Ecuador y que se puede elaborar una variedad muy amplia de productos con ella.
Fotografías: Cortesía de Genoveva Malo